La interpretación simultánea remota (ISR), una alternativa cada vez más común
La interpretación simultánea remota (ISR) lleva tiempo tratando de hacerse un hueco en el ecosistema de la interpretación de conferencias, si bien no ha sido hasta la actual crisis de la COVID-19 cuando se ha asentado en nuestra profesión de forma irrefutable. Es una opción ciertamente atractiva tanto en el mercado privado como en el institucional y, aunque presenta algunos inconvenientes, sus ventajas son manifiestas:
- Es una solución provisional viable a las restricciones de desplazamiento y distanciamiento social impuestas por la actual crisis de la COVID-19.
- Permite disponer del servicio de interpretación simultánea en emplazamientos donde no sería posible una interpretación presencial debido a las limitaciones de espacio o de acceso o en ubicaciones remotas o con requisitos de seguridad imposibles de satisfacer.
Podemos hacernos una idea más o menos nítida de qué entraña una interpretación a distancia, pero, ¿qué modalidades de interpretación simultánea remota (ISR) existen en el mercado?
- Interpretación por cable interno. Los intérpretes están en el mismo edificio, pero no en la misma sala de conferencias. Se utilizan las consolas, cabinas y equipos profesionales habituales de la interpretación presencial. Se transmite una señal de alimentación por cable de audio y una señal de alimentación por cable de vídeo del orador y de la presentación en PowerPoint u otro formato. Los intérpretes tienen la posibilidad de interactuar cara a cara con los delegados y formularles preguntas antes y durante el evento.
- Interpretación por cable externo. Los intérpretes están en un emplazamiento distinto al de los delegados o usuarios y la transmisión se lleva a cabo mediante una conexión en línea. Esta opción entraña mayores dificultades, pues los intérpretes pueden no tener acceso a los delegados, puede que no se les proporcione señal de vídeo y la calidad del sonido puede ser inferior. También es posible que no se utilicen medios de audio y vídeo especializados.
- Interpretación desde casa. Existen ya diversas empresas que han desarrollado plataformas especiales para ISR de modo que los intérpretes simultáneos puedan trabajar desde sus oficinas o sus casas. Se trata de la opción más controvertida y con mayor problemática por diversas razones técnicas y logísticas, si bien está siendo provisionalmente la más común durante la actual crisis pandémica.
Nos encontramos en un momento de inflexión para la interpretación simultánea remota (ISR)
En su Estrategia 2019-2023 relativa a la Justicia en Red Europea, la Unión Europea ha designado la videoconferencia como canal prioritario para sus actos comunicativos. En los últimos 10 años, la interpretación simultánea por videoconferencia se ha venido utilizando cada vez más en los procedimientos penales de la UE. Ahora, con semejante prioridad en mente, se ha puesto en marcha un proyecto con fondos europeos en el cual se está estudiando el uso de la interpretación a distancia por videoconferencia en la justicia penal de modo que los tribunales puedan recurrir a los intérpretes cualificados de los idiomas minoritarios que no estén disponibles en el país donde se llevan a cabo los procesos y salvar otras dificultades parejas.
Nos encontramos, además, en un momento de inflexión para la interpretación simultánea remota (ISR). La actual crisis de la COVID-19 nos ha obligado a reformular nuestras actividades cotidianas y profesionales. El confinamiento nos ha abocado a priorizar el trabajo a distancia. Las reuniones se celebran ahora por videoconferencia, igual que los cursos, seminarios web, conferencias de prensa virtuales o entrevistas con redes de expertos. En muchos casos, las reuniones requieren de interpretación simultánea a distancia. ¿Estamos preparados para semejante cambio de paradigma?
La tecnología, el mejor aliado de la interpretación a distancia
En lo tocante a la tecnología, las transmisiones tanto de audio como de vídeo son mucho menos propensas a la interrupción y a la latencia de red que en el pasado reciente. Con unos equipos profesionales adaptados las normas ISO 2603 y 4043 (las cuales exigen reproducir correctamente las frecuencias de audio entre 125 Hz y 12500 Hz) se pueden emular las condiciones técnicas de una sala de conferencias al uso. Con todo, si bien en una interpretación simultánea remota (ISR) podemos evitar las distracciones imposibles controlar en un espacio físico con gente (asistentes entrando y saliendo, personas hablando por el teléfono móvil justo detrás de las cabinas, periodistas y fotógrafos obstruyendo la línea de visión, por citar algunas), se ha demostrado que la carga cognitiva de las interpretaciones simultáneas de videoconferencia es muy superior a las presenciales, aspecto que debe tenerse bien presente durante la organización del evento.
Además, existen otros dos escollos que ralentizan el desarrollo de la interpretación simultánea remota (ISR). El primero es que se trata de una tecnología relativamente novedosa que apenas cuenta con experiencia de aplicación comercial. El segundo es que ciertas alternativas no profesionales pueden repercutir en la calidad de la interpretación.
En la actualidad la mayoría de las plataformas de ISR utilizan sistemas de voz por protocolo de internet (VoIP) —otras emplean las líneas del teléfono fijo o móvil—. En el caso de la VoIP, incluso con un audio de banda ancha, se pierden las frecuencias más altas, como las de los agudos, a causa de la compresión digital del sonido. Estas frecuencias son importantes para la inteligibilidad del habla. Sin ellas, la voz humana se hace más difícil de entender. Se distorsiona y pierde su dimensión, como puede apreciarse en este vídeo. Tal vez los asistentes de la conferencia puedan permitirse ser más flexibles en términos de la calidad del sonido, pero los intérpretes necesitan recibir un sonido impecable para poder llevar a cabo su trabajo con la máxima garantía. Cabe recordar que la interpretación simultánea no consiste exclusivamente en escuchar y traducir una exposición oral, sino también en captar y entender sus múltiples matices para poder interpretar el discurso en su totalidad.
La VoIP presenta, además, otras complicaciones no relacionadas con la mala reproducción de la frecuencia. Estas incluyen una posible ganancia excesiva, pérdida de paquetes, retardo de paquetes, fluctuaciones de la señal, latencia de la señal, etc. Todos estos factores sumados pueden dificultar considerablemente la interpretación simultánea remota (ISR).
La clave del éxito de la interpretación remota está en el factor humano
Si a estas posibles deficiencias técnicas les añadimos otros problemas que puedan surgir, como la falta de vídeo —con la consecuente supresión del lenguaje no verbal, tan importante para el intérprete—, los fallos en el hardware del intérprete, unas prácticas de contratación poco claras, unos requisitos de equipo técnico mal definidos, la falta de protección contra el trauma o choque acústico, las indefinición de cuestiones legales —confidencialidad, protección de datos, etc.— o que el ponente tenga poca habilidad para exponer en el nuevo formato digital, las complicaciones pueden aumentar exponencialmente. Y, por más experiencia que tenga el intérprete, el resultado de la interpretación se verá afectado.
Por tanto, debemos cuidar con celo el factor humano. La interacción entre los intérpretes y el orador, o entre los intérpretes y los técnicos, ya sea en remoto o en presencial, debe ser fluida para garantizar el éxito de la reunión. En otras entradas de nuestro blog hemos hablado de la importancia de facilitar la documentación necesaria al intérprete para preparar su trabajo con exhaustividad. También hemos hecho hincapié en la ventaja de poder comunicarnos directamente con el ponente para aclarar términos o expresiones y convenir unas pautas básicas para poder prestar un buen servicio de interpretación. Además, en las interpretaciones presenciales semejante interacción con el orador permite descifrar los códigos del lenguaje no verbal: la relación del orador con los asistentes, si el idioma en el que habla es su lengua materna, los gestos… todo ello facilitará la consecución del trabajo del intérprete simultáneo.
En la interpretación a distancia, dicha interacción se presenta más necesaria incluso. Todos los interlocutores (organizadores, oradores, técnicos e intérpretes) deben cooperar aún más estrechamente. La fase de planificación es en extremo importante para evitar cualquier posible eventualidad.
Coexistencia entre la interpretación simultánea remota (ISR) y la presencial
Entonces, ¿logrará la interpretación simultánea remota (ISR) sustituir a la interpretación presencial? Nos inclinamos a pensar que, más que sustituirla, coexistirá con ella. Según la necesidad de cada escenario, la interpretación a distancia será una alternativa más o menos adecuada que la presencial.
A modo de ejemplo, podemos examinar la situación de los Estados Unidos, donde, en el ámbito de atención sanitaria, se viene utilizando la interpretación remota (telefónica o por videoconferencia) desde hace tiempo; y su integración se ha producido a un ritmo acelerado. Existen, también, dos proyectos piloto de interpretación remota en los tribunales estadounidenses (en el Centro Nacional de Tribunales Estatales y el Consejo Judicial de California) y otros tantos tribunales menores de todo el país han puesto ya en práctica o están estudiando el modo de integrar la interpretación remota en sus actividades rutinarias.
En el ámbito de las conferencias institucionales y reuniones diplomáticas, la interpretación simultánea remota se utiliza también desde hace ya algunos años. Cada vez es más frecuente que los intérpretes de conferencias institucionales presten su servicio a distancia por cable interno o por cable externo mediante una conexión en línea.
Sin embargo, aunque todo parece indicar que nos abocamos a un predominio de la interpretación a distancia, sigue habiendo situaciones en las que la interpretación presencial, cara a cara, es insustituible. Por ejemplo, dentro del ámbito médico, determinados escenarios con necesidades especiales como el de fin de la vida; en el jurídico, los juicios de varios días y audiencias probatorias; o, en el institucional, las negociaciones sensibles y eventos protocolarios. Tampoco podemos olvidar la importancia del contacto interpersonal en cualquier evento para establecer relaciones comerciales, laborales o de otros modos de asociación. Por eso debemos hablar de una coexistencia antes que de una sustitución.
Los desafíos de la interpretación a distancia
Semejante coexistencia plantea no pocos desafíos. El principal, podría decirse, es la adaptación del intérprete. Debemos ser conscientes de que oponerse sin excepción a cualquier cambio tecnológico y de modelo es siempre contraproducente. Los intérpretes necesitamos adaptarnos a los nuevos métodos de interpretación a distancia y hacerlo con los mismos estándares de trabajo y la misma calidad con la que prestamos la interpretación presencial. Debemos informarnos a fondo, estudiar con detalle las nuevas tecnologías y saber aconsejar al cliente sobre en escenarios requieren una u otra opción. Y, lo más importante, tenemos que garantizar unas condiciones de trabajo apropiadas para la interpretación a distancia. Entre dichas condiciones, podemos mencionar unas cuantas, como:
- El número de eventos interpretados por día
- El número y la frecuencia de las interrupciones durante la jornada, así como su duración
- Una remuneración justa de los servicios
- La calidad de la señal de audio y video.
- El ancho de banda y un entorno de trabajo libre de ruidos
- Una buena protección contra el choque acústico y el ruido continuado según las normas ISO
Estas condiciones deben siempre tener presente el desgaste cognoscitivo, el estrés añadido y las numerosas dificultades del aislamiento. Al trabajar a distancia, el intérprete pierde gran parte del control de la situación y se ve obligado a trabajar en ciertas condiciones que no pueden alterarse ni determinarse sobre la marcha. Además, como el intérprete no está en el lugar de la reunión, los asistentes no serán conscientes de su presencia y de la planificación y el orden que requiere su trabajo. A consecuencia de la invisibilidad del intérprete, el discurso o el debate pueden volverse difusos, faltos de estructura y poco claros.
La presencia física en el lugar de la conferencia nos ofrece una gran capacidad de control. En cambio, en un entorno de interpretación simultánea remota (ISR) podemos sentirnos limitados. De hecho, se ha observado que en los diversos escenarios de ISR se produce una merma de la capacidad concentración y un aumento de las tasas de error durante los últimos diez minutos del turno habitual de 30 minutos. En un estudio del Parlamento Europeo se ha concluido que en condiciones remotas los intérpretes se sienten por lo general más fatigados al concluir su trabajo. El principal factor parece ser la tensión psicológica causada por un entorno de trabajo desconocido y la sensación de estar lejos y no tener control sobre la situación.
Cómo mejorar las condiciones de la ISR
Superar dichas barreras deviene, pues, en una prioridad, pues la interpretación simultánea remota ha venido para quedarse. Hay que descartar la idea de que no se pueden mejorar las técnicas ni los canales. De hecho, precisamente por ser una tecnología nueva, los intérpretes tenemos la oportunidad de participar en su proceso de desarrollo. Con ello, podremos preservar la esencia de nuestro trabajo y garantizar su efectividad, al poder ayudar a los clientes a comunicarse de forma precisa con independencia del canal utilizado. ¿Cómo podemos, entonces, contribuir?
- Aportar a los proveedores nuestra opinión sobre los medios y las configuraciones técnicas.
- Explicar claramente a los clientes finales las diferencias entre la interpretación a distancia y la interpretación presencial para que sepan elegir la modalidad más adecuada para su evento.
- Explicar a los clientes finales las diferencias entre las plataformas específicas de ISR y las aplicaciones de videoconferencia con extensión para interpretación simultánea como Zoom (KUDO ha anunciado la integración de su función de interpretación con Teams, pero aún no es efectiva). El cliente debe saber si puede celebrar eventos multilingües multidireccionales y no únicamente bidireccionales y entender los inconvenientes de no disponer de una cabina virtual, como ocurre con la interpretación simultánea con Zoom, para el cambio de turno entre los intérpretes.
- Entregar al cliente una lista con la documentación que debe aportarnos antes del evento: el tema, el público destinatario, el objetivo de la conferencia, el tipo de inscripción (formal/informal), el apoyo visual que se utilizará, la terminología o las ideas específicas que deben destacarse, la plataforma y los medios técnicos utilizados y la ubicación de los asistentes remotos.
- Ofrecer una guía rápida para los oradores en un entorno de interpretación simultánea a distancia. Debe ser corta y concisa para que los clientes puedan leerla rápidamente antes de sus presentaciones.
- Asegurarnos de recibir el orden del día y cualquier material de apoyo (presentación de PowerPoint, vídeos, etc.) con suficiente antelación para preparar exhaustivamente la interpretación.
Participar en la puesta en marcha de la nueva alternativa en remoto nos permitirá contribuir a un desarrollo óptimo del proceso. Solo de este modo lograremos preservar la esencia de nuestro trabajo y garantizar su efectividad, al objeto de diseñar un nuevo paradigma que nos beneficie a todos.
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Buenos días:
¿Podría indicarme el nombre concreto o el sitio web del estudio del Parlamento Europeo que ha concluido que en condiciones remotas los intérpretes se sienten más fatigados, por favor?
Muchas gracias,
Un saludo.
Hola, Alicia:
El informe al que aludía el artículo del que saqué esta información en particular lo puedes encontrar en este enlace. Pero si haces una búsqueda pausada en internet encontrarás más estudios, estoy seguro.
¡Un saludo!
Muchísimas gracias por tu ayuda, es muy interesante el estudio.
Conozco dos amigas húngaras intérpretes para la UE y aunque me comentan que poco a poco están volviendo a presencial, me informan de que la ISR es realmente cansada porque el foco de la concentración está muy dividido pero a todo se acostumbra uno. Una de ellas tiene 80 años y sigue en activo!
Desde luego, la ISR es agotadora, pero abre muchas oportunidades nuevas para el sector. ¡Gracias por tu comentario!