¿Cómo repercute el equipo técnico en la calidad de la Interpretación Simultánea Remota?
En los últimos años, en especial desde la pandemia, la Interpretación Simultánea Remota (ISR) ha devenido en una herramienta fundamental para garantizar la comunicación entre profesionales de diferentes lenguas en entornos digitales. Con todo, uno de los aspectos menos considerados —y a menudo determinantes— en la calidad de esta modalidad de interpretación es el sonido y, por ende, la calidad del equipo técnico utilizado.
Cuando evaluamos la interpretación remota, por lo general nos centramos en la competencia lingüística, la preparación temática o el manejo de las plataformas digitales. No obstante, hay un componente técnico que, de no funcionar a la perfección y cumplir los requisitos normativos, puede comprometer la experiencia comunicativa: la calidad del audio. En este ámbito, la calidad del equipo técnico, en general, y del micrófono, en particular, desempeñan un papel fundamental.

Además, el oyente alófono, el cual recibe en sus auriculares una voz distinta a la del orador original, necesita confiar también en la del intérprete. Si dicha voz suena lejana, apagada o incluso distorsionada por el uso de un micrófono deficiente, la confianza puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Por ello, y pese a que en determinadas ocasiones el intérprete puede trabajar desde su casa u oficina, recomendamos siempre el trabajo desde un hub profesional, donde hay equipación profesional y un técnico de sonido se encarga de controlar la calidad del sonido prestado y la uniformidad entre canales.
En contextos críticos como conferencias médicas, negociaciones internacionales o presentaciones de productos sanitarios, una mala calidad de audio puede suponer mucho más que una molestia técnica: puede afectar la comprensión de contenidos complejos, generar errores de interpretación o incluso deteriorar la imagen del evento.
La importancia del equipo técnico para la calidad de la interpretación simultánea remota
Un buen micrófono no se limita a captar el sonido. Su objetivo es transmitir la voz humana con fidelidad, sin distorsión, sin ruidos de fondo, sin cambios bruscos de volumen y en todo su espectro de frecuencias. Esto permite al intérprete trabajar en condiciones óptimas y que el oyente reciba el mensaje con claridad, sin distracciones ni distorsiones.

Un profesional sabe que ofrecer un servicio de interpretación remota de calidad no se limita al aspecto puramente lingüístico. No solo debe tener formación en terminología especializada, sino también conocer el uso de las herramientas técnicas. Antes de cada evento, deben realizarse pruebas de sonido, revisar la configuración de los micrófonos, ajustar los niveles de entrada y asegurarse de que la conexión es estable y siempre por cable.
Además, debe trabajarse con plataformas que permitan una configuración profesional del audio y garantizar que los intérpretes pueden trabajar sin interrupciones. La inversión en tecnología no es un lujo, sino una necesidad cuando el objetivo es garantizar una comunicación fluida, natural y efectiva.
El sonido en la interpretación simultánea remota requiere de atención especial

La voz del intérprete es, en muchos casos, la única que el público internacional escucha. Su voz, pues, debe sonar clara, fiable y profesional. No basta con saber trasvasar entre idiomas o dominar la terminología específica: la herramienta con la que se transmite el conocimiento —el equipo técnico, el micrófono— puede ser el elemento diferenciador entre un evento de calidad y un evento fracasado. Por eso los intérpretes trabajan con equipos de audio de alta calidad y técnicos de sonido y se forman constantemente a fin de ofrecer una experiencia auditiva impecable. Sabemos que, en interpretación remota, cada detalle es determinante. Y el sonido, sin duda, es el medio para la comunicación.


0 comentarios