Evolución de la interpretación simultánea remota
La interpretación simultánea remota (ISR) ha experimentado un auge notable en los últimos años, en especial tras la pandemia de la COVID-19. Esta modalidad se ha erigido como una solución con la que superar limitaciones de espacio, seguridad y accesibilidad en eventos presenciales, y se ha consolidado como una opción de cuota creciente en el mercado privado e institucional. A pesar de sus múltiples ventajas, la ISR afronte importantes desafíos técnicos y logísticos que pueden afectar la calidad del servicio.
Se distinguen tres submodalidades principales de ISR:
- Por cable interno: los intérpretes trabajan desde el mismo edificio que los participantes, aunque en salas diferentes. Esta opción utiliza los equipos técnicos tradicionales que garantizan una calidad pareja a la de la interpretación presencial. Además, permite cierta interacción con los delegados antes y durante el evento, lo cual contribuye a optimizar la preparación y otorga mayor fluidez.
- Por cable externo: los intérpretes se encuentran en ubicaciones diferentes a las de los participantes y se conectan a través de plataformas en línea desde un hub. Aunque esta modalidad ofrece flexibilidad, presenta dificultades como problemas de calidad en audio y vídeo, y una menor posibilidad de interacción directa con los delegados.
- Desde casa: esta modalidad, que cobró impulso principalmente durante la pandemia, permite a los intérpretes trabajar desde sus hogares u oficinas mediante el uso de plataformas específicas para ISR o comerciales con función de interpretación. Si bien es la opción más accesible, presenta serios inconvenientes técnicos, como la calidad inconsistente del sonido y la falta de supervisión directa por parte de un técnico profesional.
Los avances tecnológicos han permitido que la ISR sea más viable y menos propensa a propiciar problemas como las interrupciones o la latencia. Sin embargo, siguen existiendo desafíos significativos, como la compresión digital inherente a las transmisiones por protocolo de internet (VoIP), que puede eliminar frecuencias clave para la inteligibilidad del habla. Semejantes deficiencias, sumadas al aumento en la carga cognitiva de las interpretaciones remotas, requieren reajustar las condiciones de trabajo de los intérpretes para garantizar la calidad del servicio.
La tecnología ha cambiado el paradigma de la interpretación simultánea remota
La tecnología se ha ido adaptando y evolucionando al objeto de impulsar la interpretación simultánea remota. Herramientas digitales como Zoom y otras plataformas específicas han explorado nuevas posibilidades para la interpretación simultánea y han propiciado que los eventos multilingües lleguen a públicos globales de manera más eficiente. Zoom Events, por ejemplo, integra funcionalidades de interpretación simultánea con gestión de eventos y se adapta tanto a escenarios presenciales como virtuales. Además, Microsoft Teams y WebEx han añadido recientemente la función de interpretación, con lo que las posibilidades continúan ampliándose.
Un área de creciente interés es la introducción de la inteligencia artificial (IA) generativa en la esfera de la interpretación. Si bien esta tecnología está en una fase de desarrollo inicial, su pretensión de cara al futuro es acelerar procesos y reducir costes. Pese a todo, su calidad dista de la que pueda ofrecer un intérprete humano, en especial en eventos complejos donde el matiz y el contexto son cruciales. El uso de la IA genera opiniones divididas: algunos se posicionan a favor de su integración progresiva como herramienta de apoyo y otros se muestran preocupados por su impacto en la calidad y en las condiciones de trabajo de los intérpretes. En eventos de alto calado, semejantes herramientas sin la intervención de un técnico en un hub resultan menos fiables por su falta de aislamiento y las condiciones poco óptimas que generan tanto para el intérprete como para la audiencia. A pesar de su popularidad, su viabilidad es limitada en contextos que demandan altos estándares de calidad.
El modelo híbrido, que combina interpretación remota y presencial, ha ganado fuerza tras la pandemia. Los eventos presenciales han recuperado protagonismo debido al deseo de retomar el contacto humano y el networking, pero la flexibilidad y el alcance global que ofrece la ISR aseguran su posición como opción clave en la organización de eventos. Semejante coexistencia de modalidades permite adaptarse a las necesidades específicas de cada caso y lograr un equilibrio entre accesibilidad, sostenibilidad y calidad.
La sostenibilidad, el motor que impulsa la interpretación simultánea remota
La creciente preocupación hacia la sostenibilidad también ha impulsado el auge de la ISR, ya que reduce significativamente la huella de carbono asociada a los desplazamientos de intérpretes y asistentes. Tal aspecto se valora especialmente en el ámbito corporativo, donde las empresas persiguen combinar eficiencia con responsabilidad ambiental.
Sin embargo, el éxito de la ISR no depende únicamente de la tecnología, sino también del factor humano. La coordinación y colaboración entre organizadores, técnicos e intérpretes es fundamental al objeto de evitar fallos y garantizar un servicio de la mejor calidad. Los intérpretes, en particular, encuentran nuevos desafíos como el aislamiento laboral, el aumento del estrés cognitivo y la necesidad de adaptarse a entornos tecnológicos en constante evolución.
Es muy importante en ISR establecer condiciones adecuadas, que incluyan:
- Una calidad impecable en las señales de audio y vídeo
- Protección contra choques acústicos según normas ISO
- Pausas regulares para mitigar el desgaste cognitivo
- Un entorno de trabajo tranquilo y profesional
- Una remuneración justa que refleje las demandas adicionales del formato remoto
Asimismo, es esencial que los intérpretes reciban la documentación necesaria con suficiente antelación y tengan acceso directo a los ponentes para resolver dudas terminológicas o de contexto. Estas prácticas, comunes en la interpretación presencial, deben adaptarse al entorno remoto para preservar la calidad del servicio.
La interpretación simultánea remota no puede sustituir el contacto personal y la riqueza del lenguaje no verbal que caracterizan a la interpretación presencial. Con todo, si se hace partícipes a los intérpretes en el diseño y desarrollo de las plataformas, se pueden superar muchas de las barreras actuales. Por ejemplo, ofrecer a los clientes información clara sobre las diferencias entre ISR y las plataformas tradicionales de videoconferencia puede ayudar a elegir la modalidad más adecuada para sus necesidades específicas.
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