Interpretación simultánea con IA en el mercado internacional
La Inteligencia Artificial (IA) ha experimentado un crecimiento exponencial en su uso desde la pandemia de la COVID y cada vez se presentan más herramientas con múltiples aplicaciones en diversos campos, tales como la edición de imagen o la generación de contenido. En el ámbito de la interpretación simultánea, varias empresas como Clevercast, Onsite, Kudo o Interprefy ofrecen servicios de interpretación simultánea con IA en sus plataformas y la anuncian con profusión.
Así y todo, los sistemas de traducción de voz en tiempo real están aún en sus primeras etapas y no son capaces de remplazar la prestación humana, por mucho que las empresas interesadas así lo anuncien para determinados contextos. A medida que la tecnología avance, si es que no topa con el techo de cristal tecnológico o la decepción generalizada del público, las empresas y plataformas de interpretación ofrecerán a las organizaciones y entidades internacionales la opción de elegir entre intérpretes humanos y sistemas de IA para sus servicios de interpretación.
Así, según se afirma, el futuro de la interpretación simultánea llevada a cabo por humanos dependerá del grado de evolución de los algoritmos y de si el coste que supone a las empresas puede reducirse con la interpretación simultánea con IA, cosa que, claro, suscita la controversia entre la comunidad de intérpretes en temas como las tarifas justas, las condiciones de trabajo, la accesibilidad, la democratización, etc.
Competencias irremplazables de los intérpretes humanos
Los intérpretes humanos dedican tiempo a prepararse cada evento específico, se estudian la terminología, los conceptos y el contexto relevante. Semejante tarea garantiza una interpretación precisa y contextualizada. La preparación exhaustiva permite a los intérpretes familiarizarse con el contenido y las expectativas de los participantes y garantizar que la comunicación es clara y eficaz durante el evento, por lo que, cuando un cliente paga un servicio de interpretación humana, está pagando mucho más que la hora o la jornada de trabajo visible en el evento.
Los intérpretes humanos pueden captar y transmitir emociones, adaptar su lenguaje, estilo y registro para asegurar que el mensaje se entiende correctamente y gestionar dinámicas interpersonales de modo efectivo. La capacidad de interpretar no solo palabras, sino también el tono y la intención del hablante, es crucial para mantener la integridad del mensaje original y propiciar una comunicación eficiente.
Los intérpretes humanos pueden actuar como mediadores culturales y transformar los conceptos del idioma original en experiencias con sentido para los oyentes en su propio contexto cultural. Semejante habilidad permite tender puentes culturales y facilita una comprensión más profunda entre las partes, algo esencial en situaciones donde la sensibilidad cultural resulta fundamental.
Los intérpretes humanos pueden decidir cuándo parafrasear o ajustar el mensaje para asegurar su claridad y relevancia, algo que la IA no puede hacer del todo debido a su falta de comprensión profunda. Tal flexibilidad resulta vital en contextos dinámicos y complejos, donde una traducción literal no basta para transmitir el mensaje de modo efectivo.
Límites de la interpretación simultánea con IA
Aunque la inteligencia artificial presenta un elevado número de ventajas, los inconvenientes que la interpretación simultánea con IA supone en la actualidad para la comunicación son difícilmente resolubles y avalan la importancia de disponer siempre de un intérprete humano para evitar problemas en la interpretación:
- Falta de empatía y sensibilidad cultural: si bien las máquinas pueden aprender reglas básicas de protocolo, no pueden sentir empatía ni comprender las sutilezas culturales y emocionales que los intérpretes humanos gestionan. Esto resulta crucial en situaciones donde las emociones y la sensibilidad cultural desempeñan un papel importante.
- Adaptabilidad limitada: las máquinas presentan dificultades a la hora de adaptarse a contextos cambiantes y a variaciones en el discurso humano (sobre todo a errores). Los intérpretes humanos, en cambio, pueden adaptar su interpretación en tiempo real según el contexto y la audiencia.
- Prestación inferior en contextos complejos: en situaciones que requieren una comprensión profunda y una interpretación precisa, como conferencias técnicas o discursos emotivos, las máquinas no pueden igualar la prestación de los intérpretes humanos.
Según nos dicen las grandes empresas tecnológicas, a medida que la IA mejore, las diferencias entre la interpretación con IA y la humana serán menos manifiestas, pero nada mencionan de los aspectos fundamentales que determinan la calidad (entendida desde todas sus facetas) del trabajo de interpretación. Las máquinas podrán ofrecer traducciones simultáneas a un nivel básico y suplir ciertas funciones allí donde la precisión emocional y cultural no sea crucial. Sin embargo, en situaciones que requieran una comprensión profunda y transmitir matices y emociones, los intérpretes humanos seguirán siendo esenciales.
La competencia de la IA obligará a los intérpretes humanos a visibilizar sus habilidades únicas y su capacidad de agregar valor a la simple traducción literal de palabras. En un mundo diverso y complejo, la necesidad de interpretación humana, la cual debe fundarse en la empatía, la sensibilidad cultural y la adaptabilidad, es patente e indispensable para la comunicación entre personas de distintas nacionalidades.
La IA podrá complementar, servir de apoyo mediante las diversas herramientas de interpretación asistida (CAI), pero no reemplazar por completo a los intérpretes humanos, quienes aportan una profundidad y un entendimiento que las máquinas aún no pueden alcanzar, y tal vez nunca lo logren.
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