Las reuniones, congresos o jornadas con presencia de ponentes y asistentes extranjeros son habituales en el panorama nacional. Esto ocurre de forma ostensible en los ámbitos científico y técnico. En ellos, el intercambio de información entre interlocutores de todo el globo no solo es necesario, sino, se podría decir, obligatorio. Además, es común que dicho intercambio de información se produzca en inglés. Esta se ha convertido para la comunidad científico-técnica en una lengua vehicular, el idioma adoptado de forma tácita para propiciar un entendimiento común entre personas con distinta lengua materna, sobre todo en publicaciones de revistas, reuniones y congresos. Por ello y ante la confluencia de participantes de distintos orígenes, los organizadores de tales eventos suelen recurrir a servicios de interpretación simultánea especializados en el sector científico-técnico. De este modo, tratan de garantizar una comunicación lo más directa posible entre los interlocutores que no dominan todas las lenguas utilizadas o cuya competencia en la lengua inglesa puede afectar negativamente a su participación.
La información que se intercambia en las conferencias y jornadas científicas o técnicas se caracteriza por reflejar las experiencias de un grupo de personas que comparten un grado muy elevado de especialización. Sin embargo, se da la paradoja de que los asistentes a estos eventos requieren de personas no especializadas para poder comunicarse entre sí sobre temas tan específicos. El intérprete es un actor primordial en esta clase de eventos, pues representa la voz del orador en la lengua del oyente. No obstante, es con frecuencia el único participante ajeno a la profundidad del conocimiento especializado sobre el que tratan las ponencias. Tal situación puede llegar a dificultar enormemente su tarea.
El intérprete, comúnmente conocido como traductor simultáneo, podrá conocer a fondo las lenguas que se suelen utilizar en la interpretación simultánea para el sector científico-técnico, podrá dominar a la perfección las técnicas de su trabajo, podrá documentarse a conciencia sobre los aspectos tratados… pero necesita algo más para no quedarse a la zaga y ser capaz de transmitir el mensaje como si contara con los mismos conocimientos que los asistentes.
La interpretación simultánea en el sector científico-técnico no permite la más mínima deficiencia
Ese algo más es la especialización. Para que la interpretación simultánea en el sector científico-técnico resulte impecable, en determinadas condiciones no conviene contratar a un intérprete generalista. Si bien algunos expertos en el campo de la traducción e interpretación son de la opinión de que con una buena preparación previa se puede lograr una interpretación de la más alta calidad, la experiencia demuestra que esta afirmación no es del todo completa. Por más que se prepare un intérprete generalista, nunca logrará los niveles de profundidad cognitiva de un intérprete especializado. Este último dispone de un conocimiento exhaustivo de los rasgos distintivos del lenguaje científico-técnico, los conceptos, los principios subyacentes y las implicaciones que no alcanzan los generalistas.
Y es que, no cabe duda, si algo no se permite el sector científico-técnico son deficiencias en la comunicación y, por ende, en la interpretación. Los asistentes no quieren tener que producir un discurso mental paralelo para entender lo que están escuchando. Este esfuerzo los disuade de prestar atención al mensaje y pueden perder una gran cantidad de información en el proceso. Una buena interpretación simultánea de manos de un intérprete especializado les permitirá destensar el músculo lingüístico y centrar la atención en el contenido y los detalles de las ponencias.
Por tanto, contar con una serie de nociones teóricas fundamentales debería constituir los cimientos sobre los que erigir la interpretación simultánea especializada. Esta base conlleva grandes ventajas para el intérprete y para la calidad de la conferencia científico-técnica. Por un lado, el intérprete o traductor simultáneo logrará descodificar el discurso original y todo lo que subyace a él sin mayores esfuerzos ni necesidad de costosas búsquedas en el material de apoyo. De ese modo, podrá ser más analítico, más claro y no tendrá que recurrir a largas explicaciones o circunloquios para expresar determinados términos o conceptos, que por lo general son biunívocos. Todo ello le permitirá establecer una transmisión coherente y comprensible del mensaje, lo que, sin duda, redundará en el éxito de la conferencia.
Tener nociones teóricas es clave para una interpretación simultánea en el sector científico-técnico de calidad
Sumado a lo anterior, encontramos otro elemento importante: las conferencias suelen concluir con un turno de preguntas. Tal vez con un debate sobre el tema expuesto. Es precisamente en esos momentos cuando más importante resulta la especialización del intérprete o traductor simultáneo. Dichos intercambios de información —a menudo ajena a las presentaciones— y opiniones improvisadas requieren de gran agilidad, fluidez e inmediatez en la interpretación simultánea. El intérprete no dispone de tiempo para pensar el modo de trasladar un término o concepto al otro idioma. Debe tener un amplio dominio del lenguaje especializado, tanto a la hora de captar el significado como de ser capaz de articularlo con naturalidad.
La tarea del intérprete de esta clase de conferencias es bastante ardua debido al alto nivel de especialización y al tiempo limitado de preparación. Es cierto que la documentación previa no suele escasear en este sector y prácticamente todas las ponencias se apoyan en presentaciones de formato Power Point. Sin embargo, diversos factores pueden llegar a dificultar en gran medida la preparación. Por un lado, la extensión del material suele ser considerable y en no pocas ocasiones el intérprete se ve en la necesidad de preparar entre diez y treinta ponencias sobre temáticas muy diversas. A esto se suman las limitaciones de tiempo, ya que es común que los ponentes elaboren o perfilen las presentaciones con pocos días de antelación, si no en la víspera del evento. Por último, el alto grado de tecnicidad de los temas que suelen tratarse puede llegar a presentar todo un reto en el estudio previo.
Con esta perspectiva, se puede afirmar que el intérprete especializado cuenta con más herramientas para hacer frente a uno de los mayores retos de la interpretación simultánea en el sector científico-técnico: la ingente cantidad de información ofrecida y la necesidad de trasladarla con todo detalle, coherencia y naturalidad. Para ello se necesita una buena preparación terminológica previa, saber a qué fuentes acudir y cómo adaptarse a las diferentes formas de expresión que puedan emplear los ponentes. Este capítulo de la preparación es un tema extenso y hablaremos de él con pormenor en la próxima entrada.
En la preparación hay que tener en cuenta el tipo de reunión
También es importante conocer el tipo de evento en el que se van a enmarcar las ponencias o conferencias. No es lo mismo un congreso que una presentación, un curso o una charla informativa. Cada uno de ellos cuenta con unas características inherentes que influyen de forma determinante en la manera de preparar la interpretación simultánea en el sector científico-técnico. Conocer el grado de tecnicismos en la información que se va a exponer, si es posible o no contar con documentación previa a la conferencia, así como saber cuál será su duración y su estructura resulta fundamental para que el intérprete (generalista o especialista) pueda establecer unos criterios de preparación y seleccionar las tácticas y estrategias que habrá de adoptar en la sala.
¿Cómo se obtiene la especialización para ofrecer una interpretación simultánea en el sector científico-técnico de la mejor calidad? El perfil del interprete para este tipo de eventos puede tener dos orígenes. El primero es provenir de una carrera técnica y contar con formación adicional en interpretación de conferencias; este origen es el menos frecuente, pues no parece factible que un especialista adquiera las competencias de un intérprete de conferencias profesional sin una formación académica completa. El segundo es ser un intérprete o traductor simultáneo de formación académica que se ha especializado mediante cursos y experiencia profesional en el ámbito particular de los eventos científico-técnicos; es el caso más común y ya se ofrecen en las universidades y academias cursos y másteres de especialización para intérpretes. La situación ideal, podríamos decir, sería la convergencia de ambos: disponer de formación académica tanto en traducción en interpretación como en la especialidad técnica, es decir, disponer de los conocimientos y las tácticas de las dos carreras.
En VA Traducción contamos con intérpretes o traductores simultáneos especialistas en el sector científico-técnico. Esta distinción nos permite ofrecer un servicio de la mayor calidad: nuestros intérpretes no sólo conocen con profundidad las diversas temáticas tratadas, sino que son capaces de producir un discurso íntegro y pormenorizado, apto para el sector científico-técnico.
Referencias
La traducción científico-técnica y la terminología en la sociedad de la información. Amparo Alcina Caudet, Silvia Gamero Pérez (eds.) Castelló de la Plana: Publicacions de la Universitat Jaume I, D.L. 2002.
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